PSICOSOMÁTICA CLÍNICA – ORGANIZACIÓN ARCAICA DE NUESTRO FUNCIONAMIENTO BIOLÓGICO
Por el Dr. Salomon Sellam (traducido por Izaskun Aranciegui) Nuestro inconsciente biológico está dominado por la supervivencia del individuo y la de su especie. Para llegar a eso, la Evolución ha desarrollado una organización neurofisiológica y psíquica particular, dominada por cuatro funciones básicas, todas ligadas a un tejido, a un órgano o a una función psicológica.
Primera función: La supervivencia del individuo y la perennización de la especie. Esta función está inscrita en lo más profundo de nosotros mismos, a nivel del tronco cerebral, con las cuatro funciones arcaicas de supervivencia.
La supervivencia individual está representada por la respiración por los pulmones, la gestión de los líquidos por los riñones, los aportes nutritivos por el aparato digestivo. La supervivencia de la especie está principalmente religada a la reproducción a través del útero, la próstata y las gónadas.
Observación: si una sola función llega a detenerse, nosotros desaparecemos de la superficie de la tierra: en algunos minutos por el aire, en algunos días por el agua, en algunas semanas por la nutrición y en algunas generaciones por la reproducción!
Segunda función: La protección individual y la de los nuestros. Esta última está directamente ligada a los senos/mamas mientras que la primera reúne varios tejidos: las vainas, las fascias, las aponeurosis, las pleuras, el pericardio, el peritoneo, las cápsulas articulares y la cubierta cutánea, el cuero biológico.
Tercera función: La comparación de las especies entre ellas. ¿Quiénes son nuestros amigos y nuestros enemigos hereditarios en la naturaleza? Aquí, nosotros evocamos la fuerza y la competencia para existir en la naturaleza. Por una parte, esta función está fuertemente ligada a un aparato osteoarticular – hueso, músculo, tendón, ligamento, articulación -, al sistema cardiovascular y a la sangre con el fin de aportar los nutrientes y el oxígeno necesario. Por otra parte, batirse en la naturaleza para sobrevivir implica igualmente un buen sistema inmunológico de defensa.
Cuarta función: Las relaciones humanas. Esta última función reagrupa todos los otros tejidos, órganos o funciones psicológicas. Los contactos humanos a través de la piel-epidermis, los diferentes temas en relación con el territorio – tiroides, ganglios estrellados del cuello, bronquios, laringe, coronarias, vesícula biliar, pequeña curva dura del estómago, recto, ano y vejiga, el sistema hormonal en general, entre otros.
Así, cada célula, tejido, función u órgano está solicitado a partir de un resentir particular, desembocando/llevando como resultado en/a la aparición de los síntomas.
Los años 90 ven la propagación de las ideas de un psicólogo parisino, Marc Fréchet.
Particularmente le interesan dos dominios/terrenos/aspectos: El proyecto sentido gestacional describe las influencias del entorno en nuestra concepción, gestación y nacimiento, así como los deseos más o menos secretos de nuestros padres a propósito de nuestro futuro tanto físico como psíquico.
Los ciclos biológicos celulares memorizados – CBCM – se ponen por delante de nuestro funcionamiento cíclico e inconsciente. (Éstos se protegen detrás de la autoridad de los CBCM ). No olvidó mencionar todas las teorías existentes que funcionan desde hace siglos, incluso las milenarias, como la energética china por ejemplo.
He tenido siempre el arte de posicionarme entre los dos polos extremos. De un lado, algunos psicoanalistas, psicólogos o psicoterapeutas – puros y duros -, me reprochan el desviarme de la teoría freudiana. Del otro lado, los biólogos – puros y duros -, me reprochan el incluir la teoría freudiana en el seno de la teoría biológica! Mi primer libro, Orígenes y prevención de las enfermedades, ha sido fríamente acogido por las dos corrientes y, felizmente, muy cálidamente por el público.
Hoy, como decía Jacques Brel, persisto y firmo. Algunos, poseemos un inconsciente. Todo el mundo está de acuerdo en este punto.
¿Pero de qué naturaleza es?
Mi espíritu federativo y sobre todo mi experiencia clínica me autorizan a formular la siguiente proposición: Nuestro inconsciente no es único y monolítico, sino múltiple. Nosotros no nacemos con el cerebro enteramente virgen, muy lejos de eso! En forma de broma, me gusta igualmente formular ésta: Nuestro inconsciente obedece a Hamer cuando él quiere!
Por orden de entrada en escena, se descompone de esta manera:
El inconsciente colectivo domina, pues existe desde la noche de los tiempos. Está inscrito en todos los cerebros de la tierra. Más cercano a nosotros, el inconsciente familiar nace de nuestra historia sobre varias generaciones. Está presente en nuestra familia antes incluso de ser concebidos por nuestros padres.
Todavía más próximo, el inconsciente ligado a nuestro Proyecto Sentido Gestacional se encarna en nuestras células y nuestro espíritu en formación, en el interior del vientre de nuestra madre.
Desde nuestro nacimiento, nuestro inconsciente llamado “freudiano” o inconsciente psicológico se empieza a elaborar. A lo largo de nuestra vida, el inconsciente en relación con los CBCM.
DIFERENCIAS ENTRE EL INCONSCIENTE PSICOLÓGICO Y EL INCONSCIENTE BIOLÓGICO
Hoy día una diferencia de bulto aparece entre los dos tipos de inconsciente. El inconsciente psicológico hace referencia a la estructura de nuestra personalidad y está regulada principalmente por nuestros pensamientos, nuestras pulsiones. Ha sido además estrechamente ligado al desarrollo psicoafectivo del niño, cuya piedra angular reside todavía en la teoría de la sexualidad.
Está más especializada en una gestión psicológica de la problemática, esencialmente existencial. El inconsciente biológico se sitúa sobre un plano totalmente diferente. Desarrolla más la noción de instinto de supervivencia y no tiene cura del complejo de Edipo o de Electra, entre otros.
Está más especializado en la exploración de una enfermedad pues nosotros indagamos con frecuencia (fácilmente) un resentir emocional bloqueado en relación con una o varias situaciones conflictivas. En este caso, no hay ninguna necesidad de visitar obligatoriamente la primera infancia.
Conclusión: Nosotros podemos fácilmente distinguirlos en función de la demanda del paciente. Para algunos, uno es predominante y para otros, se quiera o no, está solapado uno con otro. A menudo, el inconsciente biológico responde ya a una primera pregunta: ¿por qué tal tejido, órgano o función?
El inconsciente psicológico puede igualmente ir más lejos respondiendo a la siguiente pregunta: ¿Por qué una reacción tal en tal o tal individuo?
Ejemplo: resentimiento de villanía, de gran jugarreta o guarrada de parte de un amigo próximo con signos digestivos -inconsciente biológico. Este amigo es el representante simbólico de mi padre, y este episodio presente no representa más que uno de los aspectos de mis relaciones con mi padre, construidas durante mi infancia – inconsciente psicológico.
Fuente: MEMORIA EMOCIONAL.
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