Receta para ser un Superhéroe:
Los padres encontramos simbologías en casi todo y las usamos para educar o para educarnos. Puede ser en películas, canciones, el diario, en lo que hace el vecino o en nuestra propia historia. He dicho cosas como “las princesas se lavan los dientes” o “Thor pide las cosas por favor”. Star Wars nos ofrece una cantidad divina de ejemplos y lecciones que podemos aplicar.
La sabiduría te da poder: ideal para llegar a fin de año sin llevarse materias.
La sabiduría te da poder, pero sentir también es bueno: dejarse llevar por el instinto, confiar, es algo importante para crecer y superarse. Si los padres creemos que pueden, será más fácil para ellos creer que pueden. Lo que sea.
La línea entre el bien y el mal es muy delgada: todos los días tenemos que trabajar, y muy duro, para ser mejores. La diferencia entre un Sith y un Jedi es el conjunto de decisiones que esa persona tomó en su vida.
Tus amigos se quedan contigo aunque las cosas se pongan feas: así de importante es la amistad y en algún momento les va a tocar a ellos quedarse a ayudar a otros.
Vivir con odio te destruye: la autodestrucción es el camino lógico cuando se vive con sed de poder, miedo, odio, enojo y egoísmo. Y si encima vas por la vida ocultando tu propia cara, ni te cuento.
No hay un solo modo de hacer las cosas: de la misma manera que no hay un único orden para ver las películas. Lo importante es empezar y por dónde ya es una decisión personal. Vale para ordenar el cuarto o para iniciar la práctica de un deporte.
El mundo es diverso, las personas también: el amor, la amistad y el respeto no tienen nada que ver con cómo te ves o de qué planeta vienes. ¿Eres un robot? ¿Usas lentes? ¿Tienes el cuerpo lleno de pelos? ¿No te gusta el futbol? Nada de eso importa. Todos podemos comprendernos y ser amigos.
No teman pedir ayuda: eso no nos hace más débiles. Por el contrario, nos fortalece.
Se deben pagar las deudas: si Han Solo, incluso con la posibilidad de salir corriendo en su nave, vive perseguido por sus acreedores, imagínense nosotros.
Hay que enfrentar los miedos: si huimos en lugar de enfrentar aquello que tememos, ese miedo nos domina y arrastra al lado oscuro. Yoda y sus enseñanzas son buenos compañeros para el primer viaje en metro, el primer examen oral o tantos otros temores que tendrán que enfrentar nuestros hijos.
Respeta y aprovecha a todos los maestros: aprender de las personas que nos rodean es una gran decisión. Podemos aprender de la profesora del colegio, pero también de las historias de nuestro abuelo.
No podemos planificar cada minuto de nuestras vidas: los planes no funcionan siempre como los pensamos. Surgen imprevistos. Ser flexible es una gran ventaja comparativa, por ejemplo para dejar de llorar porque llueve y no se puede ir a la plaza a jugar.
Los buenos ganan: a veces es cuestión de tiempo, pero este es un gran tema en Star Wars. Los malos tienen su merecido, como debe ser.
Las cosas no son ni buenas ni malas: dependen del uso que les demos. Por eso hay un tiempo restringido para la tablet o para mirar televisión.
Claro que podría seguir párrafos y párrafos con este tema, pero me detengo aquí reconociendo que también se puede enseñar por lo contrario: no hace falta dirimir una pelea con sables (por más simpáticos que sean) y los rodetes de Leia realmente no son para todas, por citar algunos ejemplos.
Volver a ver las películas con nuestros niños nos habilita para mirar a nuestros hijos cuando salen, por ejemplo para el colegio, y decirles a viva voz: que la fuerza te acompañe.
Y que así sea.
Fuente: DISNEY BABLEE.
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