Ustedes todavía no conocen el poder que está dentro de su propia bendición personal. Por ejemplo, más de una vez al encontrarme caminando por los polvorientos caminos de India, cuando hombres y mujeres en la burda zozobra de los sentidos externos acudían a Mi presencia, me regocijaba ante la gloriosa oportunidad de invocar una bendición.

Muchas veces, al tiempo que permanecía de pie y elevaba Mi atención al Dios de todos nosotros, sentía la dulce avalancha de ese Poder que, desde alturas inconcebibles, surgía a través de mi propio mundo emocional, y luego salía al cuerpo y consciencia del suplicante.

Muchas veces vi a un ángel entrar a esa bendición e irse con la persona que la pidió, al tiempo que dicho individuo regresaba a su propia órbita individual. Oh, este universo está lleno de ángeles, Devas y seres que presionan hacia la Tierra, esforzándose por encontrar una apertura a través de cierto corazón que escoja invocar la bendición de Dios sobre quienes sufren.

Ellos se apresuran a través de la apertura que se hace a través de sus pensamientos, de sus pensamientos y hasta de su simple “Dios te bendiga” verbalizado. No es sólo este vehículo humano que ustedes son, lo que dice esa palabra o frase.

Es la descarga del Poder Infinito del Universo, ansioso y deseoso de envolver a la persona que requiere de dicha bendición, ¿lo ven? Contenida en sus propias expresiones verbalizadas, en sus gestos silenciosos de bendición, en sus pensamientos y sentimientos está la llave a las bendiciones universales del gran Cristo Cósmico.

Oración de agradecimiento a la magna presencia YO SOY CÓSMICA

Fuente: SOY ESPIRITUAL.

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