Consentir en exceso puede ser sinónimo de niños malcriados, está en ti no permitirlo.
No lo puedes negar, los abuelos son de gran ayuda, son los niñeros oficiales de tus hijos pues siempre están ahí para cuidar de ellos cuando tienes una cita, una emergencia o, simplemente, quieres darte un respiro.
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Pero hay que aceptar que también son consentidores por naturaleza. Y tiene su lógica, pues la educación no es responsabilidad de ellos, sino de los padres. Los abuelos están para jugar, divertirse y consentir.
Y esto deriva en algunas situaciones que seguramente te sonarán familiares, te ponen al límite y te sacan de tus casillas, pero aquí te decimos cómo abordarlas por la vía de la comunicación.
Regalos en exceso
Compran compulsivamente y llenan a tu hijo de regalos: juguetes, ropa y todo aquello que les parezca lindo para el angelito.
Habla con los abuelos y déjales claro que el niño debe entender que los regalos se dan en ocasiones especiales (cumpleaños, fin de año, Navidad). De otro modo, el pequeño demandará obsequios en cualquier momento, por lo que si no lo obtiene se enojará y hará un berrinche.
Una buena idea sería que antes de comprarle algo, te consulten. Otra opción es sustituir los regalos por experiencias: una salida al zoológico, un paseo a la feria, etc.
Cambios en la alimentación
Los niños aprovechan el tiempo con sus abuelos para pedirles todo aquello que sus padres no les dejan comer: dulces, refresco y más dulces.
Explícales a los abuelos que comer en exceso estos alimentos es malo para la salud y los dientes de tu hijo, enséñales que existen muchos otros snacks ricos y nutritivos. Tampoco seas tan rígida, tal vez puedes permitir un dulce.
Aquí también convendría que hables con tu hijo y le des la misma explicación, de esta manera si pide un dulce a los abuelos y estos se lo niegan, él sabrá el por qué.
Televisión y videojuegos
No hay mejor manera de entretener a los niños que viendo la televisión o jugando videojuegos y los abuelos lo saben.
Platica con ellos sobre el tiempo que normalmente le permites a tu hijo utilizar estos aparatos y pídeles que traten de que sea el mismo. El resto del día lo pueden aprovechar para salir al parque, leer un libro, hacer manualidades, dibujar.
De vuelta a la realidad
Después de pasar un día completo con los abuelos, ¿tu hijo regresa malcriado, llorón y molesto?
En este caso debes hablar con tu hijo y explicarle que lo que le permiten hacer los abuelos es asunto de los abuelos, pero en la casa hay reglas y deben respetarse.
Para que todo marche correctamente, los papás deberán hablar con los abuelos sobre sus reglas; los abuelos deberán respetarlas y no dejar que el amor por los nietos los ciegue.
Todos los involucrados tienen un objetivo en común: educar al niño con las bases necesarias para un buen futuro. Así que trabajen en equipo y no olvides reconocer el esfuerzo que hacen los abuelos al cuidar a tu hijo.
¿Te ha ocurrido alguna de estas situaciones? Y tú, ¿cómo lidias con los abuelos consentidores?
Fuente: DISNEY BABBLE.
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