La fuerza de la palabra es realmente difícil de cuantificar, pero su poder libera una cantidad de energía que bien orientada puede crear y destruir o sanar y reconfortar. El desarrollo interior tiene un papel muy importante para el uso de la palabra, la fuerza interior de las personas por medio de las actividades y acumulación de conocimientos le van desarrollando un autocontrol para el buen manejo de la palabra y su poder. Cada palabra que se utilice libera una cantidad de energía que puede impactar a millones de personas ya sea de manera positiva o negativa generando miedo con solo pronunciarla.

¿Como actúan de las palabras en el desarrollo interior?

Las palabras son un sistema de comunicación que cada quien construye para relacionarse con el mundo exterior, cada palabra que utilizamos produce un efecto en nuestro entorno y en nosotros mismos. Cuando el niño va creciendo de forma cronológica, su desarrollo interior hace exactamente lo mismo y va tomando conciencia de su entorno creándose una identidad que se ve afectada por palabras como “no puedo” o “creo que no soy capaz” estas palabras están delimitando la capacidad de la persona, su vida va a girar entorno esta. Una persona que se desarrolle bajo las palabras “si se puede”, tendrá una aptitud positiva ante las situaciones que se le presentan.

Los pensamientos de una naturaleza, atraen las fuerzas de esas mismas naturalezas.

La magia de la palabra.

La palabra tiene carácter de magia natural ya que cuando es dicha produce vibraciones y sonidos. Hay lenguajes como el sánscrito que sus palabras mueven energías que actúan produciendo efectos sobre un colectivo o que sus vibraciones como el “om” conecta a la persona con su yo interior. Para el budismo y los taoístas las palabras y los sonidos son de gran importancia para la sanación.

La fuerza de la palabra divina, en diferentes rituales religiosos es de gran importancia, en el catolicismo, el ser supremo Dios es llamado el verbo, lo que significa expresarse por medio de la palabra y en el libro del génesis Dios con una palabra crea el mundo y con una palabra lo destruye como es el caso del diluvio universal. Esto demuestra el poder que se concede a la palabra desde el principio de los tiempos.

Si usted decreta con la palabra que todo va a cambiar para mejorar, puede estar seguro que así será. Con el desarrollo interior se va tomando conciencia de la habilidad que tiene la persona en el uso de la palabra y de la fuerza de la palabra.

El poder de la palabra radica en el uso que se le de.

El poder de sanación de la palabra.

La sanación en los diferentes ritos, tienen a la palabra como su herramienta más importante. En las sanaciones hechas en ritos chamánicos la voz y las palabras junto con las danzas introducen a la persona en un trance o estado de clímax por medio de la repetición de palabras, el chaman habla y pone a vibrar a los presentes, considerando que la vibración mayor es la del chaman sanador y hace una atracción de las vibraciones menores elevándolas hasta lograr sanaciones con solo la fuerza de la palabra. En la sanación por imposición de manos, siempre la palabra es la sanadora.

El que habla con palabras de amor recibe amor, el que habla con odio recibe rabia y tristeza, cuando se utilice la palabra no adoptes vocablos vulgares, esto te rebaja la fuerza de la palabra, muchas veces se debe hablar en tono medio o fuerza de voz media, esto hará que tus interlocutores callen y hagan un esfuerzo de concentración para oírte mejor.

Hay personas que utilizan palabras complicadas para comunicarse, la palabra que tiene mayor fuerza es la palabra que es comprendida por la persona a quien va dirigido el mensaje. Para el desarrollo interior, debes alejarte de las ideas que limiten tu poder creador, la fe que pongas para que lo que decretes se cumpla le da fuerza a la palabra.

Fuente: CIUDAD VIRTUAL DE LA GRAN HERMANDAD BLANCA.

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