Nota de yosoyespiritual: La presente publicación describe las funciones del tribunal kármico. Detalla el proceso que debe seguir un alma desencarnada en el momento en que es llamada a comparecer a los salones del karma. Describe paso a paso todo el proceso que sigue un alma desde que deja su vida actual, hasta que vuelve a reencarnar, o por el contrario, tiene los suficientes méritos para ascender. ¡Una publicación recomendada!
Situado en los ámbitos etericos inferiores está el gran edificio blanco cuadrado al cual muchos se han referido como “la Sala del Juicio”, pero el cual, de hecho, es un templo de gran Misericordia y Amor — conocido como los Salones del Karma. A través de este edificio pasan todas las corrientes de vida después de liberarse de la encarnación física, y a través del mismo edificio debe pasar toda alma que reencarna antes de que se le asigne su nuevo cuerpo terrenal.
No hay corriente de vida que no esté familiarizada con los Salones del Karma, y es a menudo debido a que es la esfera a la cual el alma es delegada por cuenta de sus cuestionables actividades en vida, que el individuo ha traído de vuelta un pavor al “juicio”, y ha incorporado en la teología de los diferentes credos, la doctrina de la ira y castigos de Jehová. Una comprensión concienzuda del gran servicio que, a las almas que evolucionan sobre la Tierra, prestan esos poderosos Seres conocidos como los Señores del Karma, eliminará este temor a la muerte y al juicio de la conciencia y mundo emocional del aspirante; y ayudará al individuo que atraviesa por el cambio llamado “muerte”, así como también a sus seres amados que quedan en la esfera terrenal, a anticipar la experiencia y a auto-ayudarse a recibir el mayor beneficio posible de tal experiencia.
El gran proceso de evolución requiere que el alma del hombre encarne en un cuerpo físico, y que alcance la maestría sobre el control y calificación de las energías (Vida) a fin de calificar para ciertos cargos espirituales en el plan de la Evolución Universal. Muchos seres, claro está, nunca escogen encarnar, pero por cuestión de brevedad y claridad, consideraremos únicamente a quienes voluntariamente cogieron asumir la encarnación física —ya sea como Guardianes de la raza, o a fin de lograr experiencia y Maestría de la energía como miembros de esa evolución.
REGULACIÓN DE ENTRADA A fin de regular la entrada de estas almas a los cuerpos físicos, de darles una oportunidad para desarrollarse y madurar en la tierra, y luego liberarlos al cierre de cierto ciclo para hacer espacio para otras corrientes de vida que se encuentran a la espera de una oportunidad para entrar al salón de clases de la Tierra, se creó una junta de Seres Celestiales, cuyas múltiples, diversas y complejas responsabilidades conciernen a la provisión de la mayor oportunidad posible para cada uno de los diez millardos de almas que pertenecen a esta evolución.
A este cuerpo colegiado se le ha llegado a conocer como el Tribunal Kármico, y sus decisiones son finales en relación con la disposición de los asuntos de la humanidad —excepto en las raras instancias en que se han elevado peticiones ante los Soles, y se han otorgado “Dispensaciones” para acelerar el progreso de la raza. Los miembros actuales del Tribunal Kármico son: PALLAS ATENEA (Diosa de la Verdad), KWAN-YlN (Diosa de la Misericordia), el Elohim VlSTA (el Ojo-todo-avizor de Dios), PORTIA (Diosa de la Justicia y la Oportunidad), la DlOSA DE LA LIBERTAD, EL GRAN DIRECTOR DIVINO Y LADY NADA (Diosa del Amor).
Si el alma ha llegado al final de su ciclo de encarnaciones, y hay la posibilidad de que pueda lograrse la Ascensión, a menudo los Mensajeros del Tribunal Kármico vienen a buscar al individuo antes de que haya finalmente pasado por el cambio llamado “muerte”. A dicho individuo se le examina, y si sus energías lo califican para alcanzar la Victoria, se le da la escogencia de aceptar la Ascensión, o de esperar hasta una fecha posterior, a fin de reencarnar y servir en mayor grado a la humanidad.
Si escoge aceptar la Ascensión, a veces pasan algunos días o semanas antes de que el cordón de plata sea finalmente cortado, y la corriente de vida, bajo la dirección de su propia gran Presencia de Dios completa entonces su círculo de manifestación mediante la Ascensión en la Luz. Si esto ocurre antes de la llamada “muerte”, generalmente se da una gran liviandad y felicidad en el individuo lo cual es indicativo de la anticipación de la descarga por venir. Sin embargo, el mayor porcentaje de seres humanos (con creces) todavía no está listo para este tremendo logro, y es hacia estos hijos menores de los hombres que el Tribunal Kármico le dispensa la mayor amabilidad.
En el momento en que el alma está a punto de dejar el cuerpo, la persona del Mahá Chohán —quien estuvo presente a la hora del nacimiento y exhaló el primer aliento dentro de ese cuerpo— se prepara para aceptar el aliento final del alma que se marcha. Al tiempo que el Mahá Chohán acepta el aliento, se corta el cordón de plata, y un Ángel o Maestro espera al alma para transportarla (en la mayoría de los casos) al amable y cómodo “descanso” que constituye el cielo ortodoxo de la creencia general de la humanidad.
Allí, después de un descanso corto o largo, durante el cual al alma bendita se le permite encontrarse con ciertos amigos y seres amados que están disponibles (si no han reencarnado o sido asignados a alturas inaccesibles), vuelve a aparecer un mensajero del Tribunal, quien cita al alma en cuestión a comparecer ante Ellos para ser asignado a la esfera o salón de clases en la que, en Su gran Sabiduría, consideren que mejor acelerará el desarrollo de la Naturaleza Divina en la corriente de vida individual.
PROCESO SELECTIVO No nos referimos ahora a la gran masa de almas durmientes —quienes pasan por los Salones del Karma en Grupos, y quienes están más bien en un estado de sonambulismo durante todo el procedimiento, siendo conducidas amablemente después de concluir el juicio masivo por espíritus guardianes a las esferas apropiadas donde puedan ser despertadas… al menos un poquito-, sino más bien al buen individuo promedio que ha desarrollado ciertos principios Divinos e intereses espirituales, ganándose de esta manera la consideración individual; y también a la cantidad más pequeña y selecta de chelas y corrientes de vida desarrolladas espiritualmente, quienes se han ganado la asistencia especial del Tribunal Kármico.
Al acercarnos a los Salones del Karma, vemos cómo las monumentales puertas están abiertas de par en par e igualmente vemos a grupos de individuos entrar bajo los arcos de la entrada, bajo la guía de seres angélicos. También se ve a espíritus individuales, acompañados por fulgurantes Seres de Luz, acercarse y unirse a los grupos que ascienden por las escaleras que conducen a los portales. Al aproximarnos a las puertas abiertas —las cuales hacen parecer como enanos hasta a los más grandes seres que las atraviesan, nos sobrecoge el gran tamaño del edificio, y un largo corredor se proyecta frente a nosotros, casi hasta donde la vista alcanza a ver.
Al desplazarnos por el corredor, notamos puertas a lo largo del mismo, y sobre cada una se observa el nombre de un país (“China”, “India”, “Argentina”, etc.) De cuando en cuando, vemos grupos de individuos, quienes aparentemente han dejado el cuerpo como miembros de la raza o país indicado por el letrero sobre la puerta, que salen del corredor y entran a estas pequeñas antecámaras. Aparentemente están allí esperando la citatoria de los mensajeros del Tribunal Kármico. Sin embargo, procedemos a todo lo largo del corredor y finalmente llegamos a la gran Cámara de Audiencias, a la cual entramos en silencio y nos sentamos justo dentro de la puerta.
CÁMARA DE AUDIENCIAS Ante nosotros está una gran cámara que se parece mucho a la Cámara de los Comunes de Inglaterra, y sobre el estrado, al frente, se ven siete tronos —aunque se nos dice que usualmente sólo cuatro están ocupados, los grandes Señores del karma actuando el uno por el otro, y sólo en los Concejos de medio año los siete miembros ofician como uno. Todos los asientos están ocupados por almas individuales junto con sus padrinos —o por grupos de individuos acompañados por sus guardianes y protectores.
Un gran ser angélico llama el nombre de un individuo o grupo, y se ponen de pie junto con los padrinos —si los hay-—, dirigiéndose al frente del recito, donde el record de la vida que acaba de concluir es leído en una voz alta y desconcertante por el Ángel del Registro. Luego, el Ser Crístico informa sobre lo que podría haberse logrado, de acuerdo con los talentos naturales del individuo y de las oportunidades que se le dieron a la corriente de vida por cuenta de la amabilidad y misericordia de vida de la Hermandad, la cual está constantemente buscando formas y maneras mediante las cuales el alma pueda expiar ciertas deudas a la vida a través de servicios constructivos, impersonales y altruistas.
Antes de emitirse el veredicto, y de que la corriente de vida o grupo sean puestos bajo la custodia del Ser que los llevará al salón de clases donde los matriculará en el estudio activo apropiado para su evolución y progreso —-nunca con un sentimiento de castigo, sino SIEMPRE con un sentido de desarrollar la luz latente en el corazón— , cualquier miembro de la Gran Hermandad Blanca podrá “hablar a favor” de esa alma, y ofrecerse a asumir la responsabilidad por ella si se le pone bajo Su custodia. De hacerse esto, el alma individual le será asignada al Maestro, y procederá a una esfera mucho más alta, donde recibirá una asistencia mucho mayor de la que se había ganado “por méritos”.
Es aquí donde la eficacia de las oraciones por los “difuntos” y las súplicas por los seres amados se tornan tan potentes, ya que al atraer la atención de un Maestro hacia el alma que está a punto de entrar al Salón del Juicio, indudablemente el Maestro irá personalmente y se ofrecerá a patrocinar el alma, o enviará a un representante o chela a hablar a favor de dicha alma y llevarla al sitio apropiado donde, al transcurrir el tiempo, el Maestro la visitará y contribuirá a su evolución.
MISERCORDIA, NO CASTIGO En ningún momento el Tribunal Kármico castiga a una corriente de vida. La totalidad de su ocupación consiste en proveer las mejores condiciones posibles para el desarrollo de la naturaleza espiritual del individuo. Si un individuo ha llevado una vida malvada, puede que sea necesario que dicha persona experimente el sentimiento de la cualidad de energía con que ha cargado a la Vida. Esto se hace a fin de impresionar a la conciencia con el hecho de que tal calificación no está de acuerdo con la Ley Divina. SOLICITUD DE LOS MAESTROS Si el Maestro Kuthumi no está presente personalmente, siempre tiene un alumno presente allí, y reclama a casi todos los que desencarnan jóvenes.
El Maestro Morya solicita a quienes han estado activos en cuestiones gubernamentales —aún si aparentemente han fallado en sus tareas. El Maestro Pablo El Veneciano pide a quienes han trabajado en Su Rayo, al esforzarse por traer o sostener la Paz y la Fraternidad. Serapis Bey intercede por los artistas, los músicos, los arquitectos y los constructores de bellos templos, catedrales, ciudades, etc.
Hilarión se inclina hacia los doctores, los científicos y las enfermeras; Jesús, por quienes le han servido bien en los canales ortodoxos; y Saint Germain, por las corrientes de vida en particular que, consciente o inconscientemente, han adelantado la Causa de la Liberación. Así, no está de más tener al menos un contacto pasajero con estos amados Hermanos, de manera que cuando comparezcan ante el Tribunal, Ellos puedan decir: “Este muchacho me ha servido bien”.
A menudo, las corrientes de vida de quienes han sido beneficiados en vida por el alma, son citadas para hablar a favor de ella como testigos, y aún se cita a miembros del reino de los cuadrúpedos, todo lo cual es tomado en cuenta. Muy rara vez comparece ante el Tribunal Kármico un alma que no haya beneficiado con su encarnación a por lo menos una corriente de vida. Una vez que el alma es juzgada y que su Luz ha sido medida, se le lleva a alguna de las Siete Esferas donde, bajo la dirección de Seres particularmente preparados para enseñarle, se desenvuelve en comprensión hasta que su guardián le indica al Tribunal Kármico que dicho individuo esta listo, una vez más, para la oportunidad de reencarnar.
Considerando que hay aproximadamente diez millardos de almas que pertenecen a la evolución, y que la acumulación de cada una es tal que sólo a un tercio se le permite estar en el planeta en un momento dado —no sea que el eje de la Tierra no pueda soportar el peso de tanta acumulación humana—, toma algo de tiempo asegurarse el derecho a reencarnar’ y los Señores del Karma tornan en consideración la valía potencial del alma al decidirá cuál de cada tres se le otorgará el privilegio.
Los Guardianes de la Raza y los altamente evolucionados usualmente renuncian a la estadía en los Ámbitos Superiores, a fin de “apurarse de vuelta” a ayudar a la raza, y el Tribunal Kármico siempre los pasa de primero. Esto a veces explica la falta de energía física en esta encarnación, porque ellos han renunciado al período de descanso en las Esferas Superiores, el cual rellena los cuerpos internos y refresca el espíritu, de la misma manera que un buen sueño nocturno le da descanso al individuo mientras está encarnado.
PERÍODO DE EXAMEN Después de que el Tribunal Kármico ha acordado proveer una oportunidad para reencarnar, viene el período en que es menester examinar el karma del individuo que va a encarnar, y se prepara una encarnación apropiada en la cual pueda resolverse cierta cantidad de dicho karma, y se den ciertas oportunidades para corregir entuertos de vidas pasadas, así como pura conseguir méritos y mornentums de bien para el Cuerpo Causal.
La cantidad de energía kármica se dispensa con gran meticulosidad, de manera que el individuo no tenga que encarar en su inminente encarnación, más de lo que su propia luz y fortaleza puedan dominar. El dicho que reza “el señor prepara el lomo para la carga” es fundamentalmente cierto, excepto que fue el “lomo”, no el señor, quien se ganó la carga, si bien el señor, en toda su misericordia, “aligeró el bulto. Una vez que el karma ha sido asignado, escogidos el ambiente, la raza y los padres, entonces se le notifica al alma, y se manda a llamar al elemental del cuerpo del descanso que ha tenido en su propio ámbito.
Al alma y al elemental se les informa de la inminente encarnación, y se le muestra al elemental del cuerpo el patrón etérico del cuerpo que el alma se ha ganado (lo cual a menudo le desagrada en gran medida); luego los constructores de la forma, el Ser Crístico y el elemental comienzan a prepararse para la encarnación, y a través de los mismos Salones del Karma pasa el alma encarnante una vez más a la encarnación.
Se espera que con la dispensación que se está obteniendo del Gran Sol Central, y con la tremenda contribución de las energías voluntarias de parte de miembros de la raza humana, que los Salones del Karma pronto se constituyan en Portales de Liberación para cada miembro de nuestra raza, y que cuando la última corriente de vida pase por allí “para no regresar nunca más”, las puertas de los Salones del Karma puedan cerrarse por toda la Eternidad; y que los grandes Ángeles del Registro, al sellar las puertas, digan, a la par con Jesús: “Todo está consumado. Padre, en Tus Manos encomendamos nuestra evolución.”
Fuente:YO SOY ESPIRITUAL.
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