“Yo no fuí”,

“Ella comenzó”,

“Mamá, eres muy enojona”

“¿Puedo dormir con ustedes?

Es muy fácil engancharnos con nuestros hijos cuando no hacen caso o tienen un comportamiento inadecuado, sobre todo en esos días que el estrés, la prisa o la preocupación se apoderan de nosotros.

Aquí te compartimos unos tips que te pueden apoyar en el momento en el que quieras corregir:

1) Razones detrás de la conducta. ¿Qué te está diciendo tu hijo con sus actos y no con su boca? ¿Qué está necesitando, que lo lleva a actuar de esa manera? En algunas ocasiones su comportamiento es sólo un accidente, en otras no. Tú como padre necesitas estar conectado y atento a su necesidad más profunda.

2) Abre tu corazón. Puede ser que no te guste la conducta de tu hijo, pero por más enojado que estés lo sigues amando profundamente. Puedes reaccionar, explotar o castigar, o decidir hacer una pausa consciente y permitir que ese amor fluya. Pregúntate: ¿Qué haría el amor en esta situación? ¿Qué dice mi corazón?

3) Valida. Muchas veces pasamos por alto las emociones que todos lo involucrados están sintiendo. La manera en como cada uno de los involucrados están canalizando estás emociones puede estar equivocada, pero la emoción no lo está. Es momento de hacer una pausa y encontrar maneras más sanas y funcionales de expresar estas emociones.

4) Soluciona. Enfócate en la enseñanza que la experiencia trae. Muéstrale maneras apropiadas e involúcralo en el proceso de encontrar la solución. La capacidad de resolver problemas es una herramienta básica para la vida y para la toma de responsabilidad.

¿Te ha pasado que tu hijo tenga un mal comportamiento justo en ese momento que estás de mal humor?, ¿cómo te gustaría actuar la próxima vez que esto suceda?

Comparte este mensaje, ayuda a que otros padres pongan limites con amor.

Fuente: NIÑOS DE AHORA.

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