En la pasada semana la tierra ha experimentado dos terremotos de grado 7 + (Vanuatu y Afganistán) y el huracán más poderoso registrado en tierra (México). Enviando muchas oraciones y nuestros pensamientos a todos los afectados.

Estos eventos en la tierra, independientemente de su causa, se sienten cada vez más a medida que nos volvemos más sensibles. Hace una semana, escribí sobre la turbulencia extrema que mucha gente estaba experimentando emocionalmente con sentimientos incrementados de ansiedad y desequilibrio general. Entonces, de forma interesante, a esto le siguieron tres eventos climáticos significativos.

¿Estábamos nosotros recogiendo energéticamente los eventos climáticos venideros, de igual forma que los animales pueden sentir la cercanía de una tormenta, terremoto o tsunami?

O ¿estábamos respondiendo energéticamente a alguna influencia desconocida, sea disturbio en el campo cósmico o alguna influencia humana sobre el clima, cuyo resultado nos tuviese en ascuas, y le diese a la Tierra una sacudida o revolcón?

En estos días, no creo que podamos estar seguros de nada ya que se están desplegando a velocidad exponencial múltiples capas de la realidad. Lo que sí sé es que somos seres sensitivos, cada vez más. Estamos respondiendo mucho más emocionalmente, físicamente y energéticamente a todo lo que nos rodea. No solamente a aquello en nuestro entorno inmediato sino también a aquellas cosas que suceden en el otro lado del mundo.

Es un día de Luna Llena. La mayoría ya no cuestiona el efecto que tiene en nosotros una Luna Llena, no obstante se nos hace difícil creer que nos afecte algo que no podamos ver. La realidad de la influencia de la energía y la sensibilidad pueden parecer algo loco a la mayoría, pero entonces igualmente lo sería la televisión, la radio, internet, los mensajes de texto e Instagram a la gente en nuestra historia relativamente reciente.

Una conexión constante. ¿Pero cómo? Dirían.

Al igual que los hechos anteriores ahora constituyen nuestra normalidad, así la realidad energética y la percepción tomarán su lugar como nuestra nueva normalidad. A veces no podemos saber por qué nos sentimos como lo hacemos, pero puede ser útil saber que miles sino millones de otras personas se sienten exactamente de la misma manera.

Fuente: SOY ESPIRITUAL.

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