Alivian con Caballos Trastornos Psicomotrices
Recuerda que los Niños son Seres que Aprenden Rápidamente.
A través de equinoterapia, niños y jóvenes con discapacidad, evolucionan en cuestiones fisiológicas y psicológicas.
Diego está recostado sobre el lomo de un caballo. Una mujer se acerca a él y toma su tobillo con la mano izquierda, mientras que con la derecha sostiene su pie y lo hace girar con delicadeza. El pequeño de tres años se retuerce. Sus muecas reflejan su dolor. Detienen el ejercicio.
El pequeño se encuentra en su terapia semanal de equinoterapia en el lienzo de la Asociación de Charros Carlos Rincón Gallardo, ya que sufre hipotonía, una disfunción neurológica que se ubica dentro de las enfermedades cerebrales, de médula espinal, nervios y músculos, provocando que todos sus músculos tengan una flacidez extrema inusual.
La equinoterapia, es una técnica de terapia asistida, que se usaba ya en la época griega, y que aprovecha los movimientos del caballo para que mediante técnicas de equitación, se puedan revertir diversas afecciones, ya sean físicas, psíquicas o intelectuales.
La mujer que ayuda a Diego a hacer sus ejercicios es Lizeth García, Subdirectora del Centro de Equinoterapia AG, quien explicó los beneficios de esta terapia.
“Los resultados son el fortalecimiento de los músculos. El caballo transmite unas ondas Alfa a través de los abductores. Pasan por la columna y llegan al cerebro. Las neuronas reciben esas ondas. Personas que no caminan o tienen malas posturas, el caballo las corrige”, explicó.
Para complementar su rehabilitación, el niño acude al Teletón, sin embargo, la terapeuta mencionó que desde que ingresó a dicho programa, ha visto un retroceso.
Diego avanza sobre El Coqueto y es sostenido por Lizeth, quien actúa como una férula, porque no tiene la capacidad ni la fuerza para sostenerse. Se detienen, ella baja y lo estira sobre el animal… grita mientras se contorsiona por el dolor.
A diferencia de Diego, Odeth de 12 años, no tiene problemas en cuestiones motrices, pero sí intelectuales.
Es una niña distraída y con poca retención, a veces su memoria no es buena, por ello le tienen que repetir los ejercicios.
“¿Qué sigue? Hincada en el caballo. Acuérdate, los tiempos son de cuatro en cuatro, el siguiente,- interrumpe: es en cuclillas- ¿ya ves cómo sí te vas acordando?”, dice la Subdirectora del Centro.
“Es una pequeña a la que le tenemos que estar repitiendo constantemente qué es lo que tenemos que hacer, cómo lo tenemos que hacer, porque su situación es neurológica. Hay que estar trabajando mucho con ella”, comentó Lizeth García.
En esta ocasión, Odeth realiza sus ejercicios de vaulting terapeútico montada en El Güero, su caballo favorito.
“Estos ejercicios son para reafirmar cuestiones de concentración, de autoestima. Hay pequeños que sufren bullying, esto les da mucha confianza. Poderse voltear en el caballo y hacer estos ejercicios les da seguridad. Se eleva el autoestima”, explicó García.
Después de dar varias vueltas al quiosco aledaño al lienzo charro, toca el turno a uno de los ejercicios más difíciles.
Intenta ponerse de pie sobre el equino. Las terapeutas concentran su atención en la niña y la alientan. Comienza el ascenso, pero la desconfianza no se lo permite. Lo vuelve a intentar y no lo logra, explica que le da miedo.
Paso a paso, El Güero y El Coqueto hacen crujir el tezontle por el que pasan. En esta ocasión El Pecas descansó. Los tres equinos son muy tranquilos, característica indispensable para poder aportar lo necesario a de cada paciente.
“No hay una raza específica para la equinoterapia. No cualquier caballo está hecho para esto, deben ser equilibrados, muy mansos porque montamos a los pequeños. Una raza en específico no, pero sí tenemos que ver si se presta. Antes los ponemos a trabajar para ver si son útiles”, explicó la terapeuta.
Maricela Reyes trajo a su hijo Bruno Sánchez gracias a que a un centro psicopedagógico le dieron información del lugar.
El niño padece el síndrome de Asperger y después de acudir cada sábado durante dos años, los avances han sido significativos, considera la madre.
“Podríamos pensar que hay muchísimo, cuando inició ni se acercaba al caballo, las primeras sesiones, las terapeutas tenían que jugar con él con otro tipo de materiales, pero a un lado del caballo, después pudo subirse. Poco a poco fue avanzando”, señaló.
El Asperger es un tipo de autismo, donde los niños que lo padecen pueden tener un vocabulario mejor que cualquier otro niño de su edad, incluso una memoria, capacidades visuales o auditivas, privilegiadas.
Pero todas las cosas sobre las que Bruno no tiene control le causan ansiedad, si se le acerca un perro o un gato le da miedo.
Después de estar 30 minutos encima del Coqueto, Bruno acaba su terapia semanal despidiéndose del animal con una caricia.
Para ver reflejados los resultados no hay un tiempo determinado, hay niños que en la primera terapia reflejan avances, sin embargo, toda es cuestión de constancia, destacó la Subdirectora.
Agregó que como terapeuta, la primera regla es saber montar, de otra forma no se puede ayudar al paciente. A segundo plano ya pasan una serie de estudios que ella ha tomado con algunos terapeutas españoles.
Fuente: LA CAPITAL MX
Ver Más Aquí:
Las 4 Llaves para Lograr una Vida Plena
Inscríbete GRATIS al video taller que te ayudará a lograr plenitud y sabiduría interior. Ingresa tus datos en el Formulario y recibe ACCESO INSTANTANEO.
. REGISTRADO! Te enviamos un EMAIL con los videos, Revisa tu casilla AHORA!
Leave a Reply
Las 4 Llaves para Lograr una Vida Plena
Inscríbete GRATIS al video taller que te ayudará a lobrar plenitud y sabiduría interior