Una de las quejas que con más frecuencia escuchamos de tantos padres es esta:
¡Mi hijo no me escucha! A veces es tan desafiante y voluntarioso. ¿Cómo puedo hacer para que me escuche?
Una de tus tareas como padre es enseñarle a tu hijo cómo escucharte.
Durante los próximos 5 días estaremos escribiendo compartiendo contigo una serie de estrategias simples para enseñarle a tu hijo esta importante habilidad. Tocaremos los siguientes temas:
Por qué le cuesta tanto trabajo escuchar a mamá y a papá.
Cómo crear el ambiente en casa para que te escuche
Cómo evitar el uso del lenguaje desempoderante
Cómo sintonizar con él para que te escuche
Estrategias simples para acabar con las discusiones y abrir tus canales – tu hijo no es el único que no escucha
Comenzando HOY cada día recibirás una estrategia para ayudar a que tus hijos te escuchen.
Primera Estrategia:
Día 1 – ¿Por qué le cuesta tanto trabajo escuchar a mamá y a papá?
Para comenzar a calentar los motores hoy comenzaremos por un pequeño recorrido hacia lo básico: ¿Por qué le cuesta tanto trabajo escuchar?
Entender el por qué es la primera estrategia, ya que de no hacerlo lo más probable es que acabes por desvirtuar, desviar o hasta bloquear ese canal tan importante.
Y la respuesta es muy simple:
Soy el centro de mi vida: El niño vive ego-centrado. Él es el centro de su universo, y eso es lo que toca sobre todo cuando aún es pequeño. El salir de ahí le implica traicionarse a sí mismo. Sin embargo, se encuentra en una gran disyuntiva: necesita el amor y la aceptación de sus padres. Escuchar a mamá y a papá en muchas ocasiones implica dejar de escucharse a sí mismo. Por ejemplo: “Mamá dice que recoja mi cuarto, pero yo quiero seguir jugando, mmhhhh… mejor sigo jugando!!!! Pero no quiero que me deje de querer… ¿A qué voz escucho?”
Yo puedo solo: El niño, como cualquier ser humano, necesita experimentar y sentir que puede enfrentar la vida por sí mismo. Posee un gran sentido de independencia. Se siente empoderado cuando tiene algún tipo de control sobre su vida, cuando enfrenta un reto y logra vencer. Lo muestra al dar sus primero pasos y lo continúa haciendo a lo largo de su vida. Ayer mi hija se sentía feliz porque ella solita podía cargar al perro y no dejaba que nadie más lo hiciera. Su cara irradiaba una profunda satisfacción: “¡Lo puedo cargar yo solita mami!” La independencia es el fundamento del respeto por uno mismo. Por otro lado, el niño necesita y quiere que lo cuiden. Cuando mamá le pide algo, quiere complacerla al mismo tiemo que probablemente escucha a su voz interior decir: “No necesitas escuchar a nadie, tú puedes solito, puedes hacer lo que quieras.”
Esta idea se entiende mejor cuando lo trasladamos a nuestro mundo adulto. Imagina la reacción que tendrías si tu esposo te dice: “¡Lava los platos ahora! Si no terminas, no puedes ver tu telenovela.” “¡Ya te dije mil veces que sueltes tu libro y te pongas a cocinar!”
Seguramente escucharías una voz similar a la de tu hijo: “No necesitas escuchar a nadie, tú puedes solita, puedes hacer lo que quieras. Puedes ver tu novela si así lo quieres, o puedes leer tu libro. Si quiere platos limpios que los lave él.”
Como puedes darte cuenta, esta necesidad por ser independiente afecta la habilidad del niño para escuchar.
En el fondo, tu hijo realmente quiere escucharte. Necesita aprender cómo darle un lugar a la voz de sus padres sin dejar de escuchar su propia voz. Necesita aprender a respetar a papá y a mamá sin dejar de respetarse a sí mismo.
Conforme avancemos en esta importante tarea de ayudar a tu hijo a que aprenda a escuchar, necesitas tener estos dos puntos en mente:
Soy el centro de mi vida.
Yo puedo solo.
Estos dos puntos te ayudarán a ponerte en los zapatos de tu hijo. Y al hacerlo, comenzarás a estrechar los canales de comunicación entre ambos. Trabaja hoy con lo siguiente:
Escucha con tu corazón: conecta con lo que realmente te está diciendo tu hijo con su comportamiento. Ve al fondo, no te quedes en la superficie.
Sintoniza: procura entender su necesidad de independencia y su necesidad de cercania, en la medida de lo posible. Nota cómo las dos necesidades coexisten en tu hijo; en unos momentos te quiere lejos, otros lo más cerca posible. Así como en la radio, si quieres escuhar una estación en FM necesitas poner tu aparato en esa frecuencia y sintonizar con la necesidad del momento, sabiendo que ésta puede cambiar.
Recuerda que en los siguientes días estaremos compartiendo más estrategias para ayudarte a que tus hijos te escuchen.
Fuente: NINOSDEAHORA.TV
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