El corazón: órgano de la verdad humana
Al yuxtaponer la engañosa perspectiva científica moderna del corazón como mera bomba de sangre, con la versión histórica del corazón como símbolo del amor y centro de sabiduría innata y carácter humano, es fácil darse cuenta que clichés como “te amo con todo mi corazón” o “mi corazón reboza de alegría” son sabias referencias poéticas de verdades ancestrales que el paradigma cuántico de la energía está desvelando y ya ha comprobado biológica y científicamente. A grado tal que la relevancia del corazón como el órgano más importante del cuerpo está siendo reivindicado incluso por sobre el cerebro humano.
El corazón y el sentimiento
Mucha gente piensa que el corazón es sólo una bomba de sangre, pero nada está más alejado de la realidad. Para los antiguos egipcios el corazón era un órgano de la verdad. El corazón es capaz de decir la verdad sobre cómo nos sentimos o si lo que pensamos es cierto o equívoco. Cuando mentimos, por ejemplo, nuestro corazón se acelera. De hecho, el corazón humano tiene neuronas, similares a las del cerebro, y el corazón y el cerebro están interconectados, creando un todo emocional simbiótico. El cerebro humano no es la única fuente de emociones. El corazón y el cerebro trabajan juntos en la producción de emociones.
De acuerdo a las investigaciones del Instituto HeartMath, el campo electromagnético que proyecta el corazón humano hacia fuera puede llegar hasta una distancia de cinco metros. El cerebro también tiene un campo electromagnético, pero es mucho más pequeño. Esto es muy importante porque la información y la energía se transmiten a través de esos campos electromagnéticos toroidales. Esas es la forma que tiene el corazón de enviar información primero al ADN humano y después a todos los sistemas del cuerpo (endocrino, linfático, circulatorio, digestivo, etc.). El corazón también transmite información al lóbulo frontal del cerebro, y lo más curioso es que el envía información con una anticipación de 4.5 segundos. El corazón puede anticiparse a lo que va a pasar, antes que el cerebro. Y del corazón depende toda la salud física y psicológica del ser humano.
La coherencia cardíaca
Todo ser humano debería buscar lo que el Instituto HeartMath llama “la coherencia cardiaca.” De ella depende que la información que el corazón transmite a través de su campo electromagnético sea una información coherente. La coherencia cardíaca se logra gracias a las emociones coherentes (que no es necesariamente lo mismo que emociones negativas o positivas). Cuando el corazón recibe emociones coherentes transmite información coherente a través de su campo electromagnético. Al transmitir información coherente, los sistemas del cuerpo funcionan de manera coherente; si se transmite información incoherente, los sistemas del cuerpo se vuelven incoherentes y el organismo puede enfermase tanto físicamente como mentalmente. El ser humano no puede darse el lujo de tener emociones caóticas e incoherentes.
El campo magnético del corazón está acoplado a campos de información que no están limitados a las clásicas barreras de tiempo y espacio. Estas evidencias vienen de rigurosos estudios experimentales que investigan la hipótesis de que el cuerpo recibe y procesa información acerca de eventos futuros antes que estos realmente sucedan. Los resultados de dichos estudios proveen sorprendentes datos que muestran que tanto el corazón como el cerebro reciben y responden a pre-estímulos de información acerca de eventos futuros. Además, hay indicaciones de que el corazón recibe información intuitiva antes que el cerebro y que el corazón envía diferentes patrones y señales al cerebro, y así lo determina.
La coherencia cardiaca y el universo interconectado
De todas las teorías científicas del universo que emergieron del siglo XX, la más relevante —y útil al ser humano— es la que dice que todo el universo está interconectado y en coherencia. Coherencia implica orden, estructura, armonía y alineación con y entre sistemas, ya sean átomos, organismos vivos, grupos sociales, planetas o galaxias.
La mayoría de las personas saben lo que es sentirse en estado de armonía o en un estado alterado. Cuando nuestro corazón, mente y cuerpo se encuentran en un sentimiento de unidad, logramos ingresar en un estado donde nos sentimos conectados no sólo con lo más profundo de nosotros mismos sino con los demás, incluso con la Tierra. Llamamos a este estado de conectividad interna y externa: coherencia.
Esto es justamente lo que el premio Nobel de química, Ilya Prigogine, llamó “sistemas alejados del equilibrio” estableciendo las leyes particulares de los mismos. Los seres humanos vivimos en uno de esos sistemas, también conocido como “la matrix” o “la cárcel del alma.” La buena noticia es que se puede escapar de este sistema y también se pueden lograr cosas tan maravillosas e inconcebibles para el paradigma materialista-mecanicista, que eso sería un peligro para la élite global que controla este sistema.
Emociones negativas intensas son un riesgo para la salud
La relación entre el cerebro y el corazón puede verificarse al observar cómo la perspectiva mental y emocional determina la salud —especialmente la salud del corazón. La ira intensa, por ejemplo, eleva cinco veces el riesgo de ataque al corazón, y tres veces el riesgo de derrame cerebral.
El dolor intenso después de la pérdida de un ser querido incrementa el riesgo de tener un ataque al corazón.
Estudios también muestran que la gente expuesta a experiencias traumáticas, por ejemplo, veteranos de guerra, damnificados por desastres naturales o financieros, registran tazas más altas de problemas cardíacos que la población general.
Una actitud positiva puede reducir el riesgo ataque al corazón
Así como las emociones negativas tienen el potencial de dañar el corazón, las emociones positivas pueden sanarlo. En un estudio (3), de cerca de 1,500 personas con alto riesgo de padecimiento de arteria coronaria, aquellos que reportaron ser alegres, relajados, satisfechos con la vida, llenos de energía, redujeron en un tercio eventos coronarios como ataques de corazón. Aquellos con el riesgo más alto de eventos coronarios registraron una reducción de cerca del 50% de riesgo.
Otros estudios han reportado que:
• El bienestar psicológico está asociado con la reducción consistente de riesgo de padecimiento coronario del corazón.
• La vitalidad emocional puede proteger a hombres y mujeres de riesgo de padecimiento coronario del corazón.
• Pacientes alegres con padecimientos cardíacos viven más que los pacientes pesimistas con padecimientos cardíacos.
• Personas muy optimistas tienen riesgo menor de morir por cualquier causa, así como riesgo menor de morir por un ataque al corazón en comparación con personas negativas.
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